Datos del personaje

Trata de una pequeña niña de unos 10 años. Todo comienza con la muerte de su abuelo, el viaje de negocios de sus padres y la misteriosa casa de su abuela.
El primer capítulo trata desde los 10 años hasta los 15 de esta chica.
Imagen física de la chica, cabello color chocolate y ojos color caramelo, piel blanca como la luna, con una dulce y perenne sonrisa.
Es una chica que pasa de una monótona vida a una vida que en ocasiones, enloquece, enamora o incluso asusta. En fin, como la mayoría de las historias, pero esta es diferente, ¿por qué? Por que esta va a ser mi primera historia.

jueves, 18 de octubre de 2012

Décimo sexto capítulo. Londres.

Nico me miraba con ternura y cansancio, sin hacer mucho ruido, salimos de la habitación, eran sólo las 6 de la mañana. Mi abuela, salía del baño y nos vio salir de mi cuarto de la mano y no tuvo otra ocurrencia que reñirnos a gritos. Todos salieron a ver qué pasaba, a ver aquél alboroto.
-Pero ¿no veis que sois muy jóvenes?. Aún tenéis muchos años por delante, a demás, Clara, ¡delante de tu propia prima! ella es muy pequeña, no entiende de esas cosas... - Yo no tuve más remedio que interrumpirle ante los ojos de todos.
-Abuela, tranquila, sí, Nico pasó la noche en mi cuarto, pero fuera de mi cama, ni siquiera sabía que estaba allí. Lo he visto al despertar.
-Lo siento, pero es que Clara me dejó preocupado por el golpe en la cabeza, fue por mi culpa, así que fui a ver como estaba y me quedé dormido en una silla. A demás yo nunca podría hacer... Eso así. -Añadió Nico.
Mi abuela se quedó unos momentos en silencio y sólo dijo:
-De acuerdo, me voy a la cama.- Y se fue, después de lo que lió, se fue tan alegremente a su cuarto. En cambio, Ana y Rafa nos miraban con una cara un tanto rara, por parte siento que los defraudé. Pero por otra parte siento que la que ya no se engaña soy yo.
Miré de nuevo a Nico, estaba completamente rojo, supongo que sería por lo que acababa de decir, y por que quizás esté resfriado.
Bajamos a desayunar, total, ya estábamos más que despiertos. Él insistió en hacer el desayuno, pero yo le obligué a que se sentara en el sofá y viera un rato la tele. Me sentía mal, él me ayudaba en muchas ocasiones y yo, en casi ninguna. Pero una cosa tenía clara, tenía que explicarle que tengo un espacio personal, que no puede estar todas las noches metido en mi cuarto.
Estaba terminando de hacer el desayuno, y sentía en mi espalda, esa sensación de que alguien te mira. Paré a escuchar y no escuché la tele así que me asomé a la puerta y vi al causante de esa sensación. Nico me miraba, casi sin parpadear. Yo sólo veía una pequeña carita de mofletes sonrojados y pelo despeinado. Volví a la cocina sonriendo por lo ocurrido, y en ese momento recordé, recordé lo que habíamos hablado Ana y yo la noche anterior. Rafa estaba celoso de Nico, y yo no tengo otra cosa que hacer que salir de mi cuarto a las 6 de la mañana cogida de la mano de éste, me sentía mal por Rafa.
Le dejé el desayuno en la mesa y estaba subiendo las escaleras cuando Nico por fin habló.
-Clara, ¿qué te ocurre?.
Yo no supe que contestar así que sólo pude mentirle.
-Nada, sólo estoy cansada, voy a mi cuarto.
Nico no añadió nada más, yo esperaba algo como "¿Quieres que te acompañe?" o alguna de sus tantas picardias. Pero, no, al parecer, realmente me había pasado con los dos.
Al llegar a mi cuarto, Ana me miraba sentada en el borde de la cama, enfadada.
-Clara, te dije que no le hicieras mal a Rafa y me sales con esto.
-Ana, tú has estado toda la noche conmigo, no he hecho nada.
-Pero, ¿qué has hecho ahora ahí abajo?.
-Pues prepararle el desayuno. Ha estado toda la noche pasando frío y le debía una.
-¿Ese es el famoso Nico?.
-Pues sí.
-Shh hay gente que quiere dormir.- Dijo una pequeña voz desde el colchón del suelo.
Ana y yo empezamos a reír en bajito, habíamos despertado a María, la que no se había despertado en todo el rato.
-¿Es tu novio?.- Continuó Ana.
-¡No!.
-¿Te gusta?.
-Claro que no, siempre anda diciendo barbaridades.
Ana comenzó a reír con una sonrisa algo triste o decepcionada y se tumbó, al poco ya estaba dormida.
Yo subí al desván, de nuevo habían aparecido todas las cosas de mis padres que guardaba allí, mientras las miraba detenidamente empecé a escuchar la voz de Rafa.
-Clara, quería hablar contigo.-Yo lo interrumpí disculpándome.
-Pero, ¿por qué te disculpas?.
-Porque llevamos mucho sin hablar, por que eres mi mejor amigo y apenas sé de ti.-Mentí, me disculpaba por todo el daño que le estaba haciendo.
Él me sonrió con una sonrisa triste, apagada... Pero con algo de esperanza.
-Clara, me gustaría contártelo todo, pero es que hoy me voy de viaje, no sé si Ana te habrá dicho, pero como es amiga mía porque sus padres son amigos de los míos nos vamos una semana, quería que lo supieses.
Ana se iba a ir con Rafa, sé que son sólo amigos, pero y si no son sólo amigos, y si se enamoran. En una semana Rafa se podía enamorar de Ana, se veía buena chica y era muy guapa.
Eran casi las 8 y media, Rafa volvió a subir al desván, yo aún estaba dándole vueltas cuando él me abrazó por detrás y me besó la mejilla. Lo miré de arriba a abajo, estaba realmente guapo.
-A las 9 pasarán a por mí y aún me tengo que despedir de los demás, Ana te estaba buscando para despedirse, yo sólo te quiero decir algo más: te echaré de menos.
Le sonreí y besé su mejilla por última vez. Bajamos y ya estaban todos despiertos desayunando. Ana se lanzó sobre mí.
-Ahora que nos hicimos amigas me voy de viaje, irónico ¿cierto?.-Irónico es que yo ahora sienta algo por Rafa.
-Por cierto, ¿dónde vais?.
-Vamos a Londres.-No me gustaba esa ciudad.

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